Madres y perros, Fabio Morábito
Este libro de Fabio Morábito es tan sorpresivo y diverso como el propio autor. De nueva cuenta se las ingenió para incrustar suspenso en lo cotidiano.
Personajes obsesivos, ermitaños y melancólicos habitan los quince cuentos y las 167 páginas del libro publicado por Editorial Sexto Piso en 2016.
Leer Madres y perros es como ir al súper por leche y terminar, dos horas después, escondido en un bote de basura huyendo de un comando armado. Es como dormir en la arena y despertar en una cárcel de Corea. Es como saludar al abuelo en su silla de ruedas y media hora después verlo bailar break.
Cuando abres el libro te encuentras con textos al más puro estilo de Morábito: gente sencilla en situaciones cotidianas. De repente, yo me atraganté con una galleta y tiré sin querer a un cadáver de la plancha, uno de sus personajes esconde una cabeza humana, y luego, en otro cuento, hay una anécdota que apesta a necrofilia.
“¿Cómo pasó?, ¿qué hago aquí?”, fue mi reacción, aunque no pude parar de leer.
Y es que leer a este autor es como buscar en Google memes de gatitos y terminar viendo películas gore.
“¿Qué está pasando?”, te preguntas hasta llegar al final (ok, ya me puse en evidencia: soy una pierna cercenada de marinero loco muy morbosa).
Días después, y luego de meditarlo, comprendí el asunto: Madres y perros es una cachetada con guante blanco a quienes encasillan a los escritores en un estilo. El talento puede fluctuar de un género literario a otro sin demeritar la calidad.
Gracias Fabio: por ayudarnos a eliminar prejuicios y regalarnos textos terroríficos. ¡Queremos más en tu siguiente libro!
Fabio Morábito nació en Alejandría en 1955.
Se mudó a Milán a los tres años y desde los quince vive en la Ciudad de México, aunque ha residido largas temporadas en el extranjero.
A pesar de que su idioma materno es el italiano, toda su obra está escrita en español.
Madres y perros ganó el Premio Bellas Artes de Narrativa Colima para Obra Publicada 2017.