El Crítico, Antonio Malpica
Tengo miedo de escribir esta reseña. Siento que sus líneas llegarán a manos de El Crítico y me hará pagar con sangre cada error.
Pese a ello, mi compromiso con Rigor Mortis me obliga a escribir, aunque debo de confesar la hostilidad de La Chica Llamada Cuervo, quien me dio un par de picotazos, y de La Señora V, de quien aunque a ciegas, sus bastonazos duelen.
Antonio Malpica exploró en El Crítico un género literario muy original. Es un cuento híbrido que navega entre el terror, lo policíaco y el humor negro. En él, los lectores quedarán atrapados en la confusión de reírse ante los logros de un asesino serial.
La culpa llegará de golpe, aunque no por ello dejarás de seguir leyendo. Todo lo contrario. El texto toma ritmo y lo terminas de leer en menos de veinte minutos.
El protagonista de El Crítico se convierte en el terror de los escritores malos. El azote de los creadores con mala sintaxis, faltas de ortografía y de quienes equivocan preposiciones.
Es el verdugo de las tramas poco creíbles, de los personajes endebles y de los adictos a llenar textos con adjetivos y descripciones chafas.
El asesino serial de El crítico es un obsesivo de las letras que pone de cabeza a la policía de la Ciudad de México.
La escena del crimen, con un cuerpo descuartizado a la luz del público, es el escenario que Antonio Malpica eligió para realizar su despliegue de humor e ingenio.
El cuento forma parte de la colección Vientos del Pueblo, del Fondo de Cultura Económica.
Pasen a revisar el cuento de Antonio Malpica. Evalúenlo y esperemos que no sean tan exigentes y poco tolerantes como el personaje que él creó.
Antonio Malpica nació en la Ciudad de México en 1957. Estudió ingeniería en computación, pero pronto se dio cuenta de que lo hacía más feliz contar historias, por lo que en 2001 publicó su primera novela para adultos, El impostor (La Mosca Muerta), y su primera obra para niños, Las mejores alas (Castillo, 2007). Ha escrito varias novelas infantiles y juveniles, gracias a las cuales ha recibido diversos reconocimientos, como el Premio Internacional Norma, y fue el primer mexicano en obtener el Premio Iberoamericano SM de literatura infantil y juvenil. El Fondo de Cultura Económica le ha publicado Al final, las palabras (2018), El bondadoso rey (2015), Un viejo gato gris mirando por la ventana (2014) y Por el color del trigo (2012).