Un Lugar Seguro
Llegó este libro a la Morgue el mismo día en que yo sufría de un lapso de ansiedad por no sentirme "bien". Si alguna vez han leído algo mío anteriormente (cosa que les recomiendo ampliamente a pesar de que la Pierna de Ajab les diga lo contrario), sabrán que algo que a mí me cuesta trabajo es aceptar la felicidad.
Un Lugar Seguro sonaba como esta oportunidad de encontrar la calma en la literatura, reencontrarme con esas letras que te hacen sentir a salvo...algo muy distinto a lo que he leído anteriormente.
Fue una gran sorpresa que se tratara de un ensayo, y aun mejor cuando empecé a entender la posición de las mujeres en la literatura mexicana. Cómo se vive este lugar desde una mujer escritora. Olivia nos permite entrar a su vida, a su cultura, costumbres, hasta a su casa frente a su monitor mientras escarba dentro de su cerebro (mismo que con gusto examiné hace unos minutos) qué es lo que escribirá ahora.
No puedo mentir diciendo que me trajo esa "felicidad" que buscaba, pero sí me permitió verme reflejada en un momento de la historia, entender que todo este mundo oscuro en el que habito tiene la posibilidad de ponerse en pausa. Es extraño leer cómo alguien más recorre ese camino para saber qué escribir, su proceso creativo y cómo su familia y vida influyen en cada decisión.
Durante sus hojas atraviesa una ciudad, un país en el que yo misma camino con ese mismo miedo y duda de qué pasará hoy, donde la violencia ya es una costumbre.
Siempre estamos en la búsqueda de algo, ese Algo con mayúsculas que llegará a borrar todo el pasado malo. Ella busca a su padre, una conexión, yo busco el mundo de los felices, sin embargo las dos encontramos al final del camino que el verdadero "lugar seguro" está donde estamos vivas, donde sentimos y donde podemos ser.
Guardé el libro debajo de mi almohada esperando que se vuelva mi escudo contra los malos sueños y hasta hoy, no han llegado las pesadillas.