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¿A dónde va el cuerpo?

La Chica Llamada Cuervo

Estoy rodeada de camas metálicas, paredes húmedas y utensilios para lastimar; cuando llega un cuerpo a la Morgue no tenemos nada que lo haga sentir bienvenido, sólo hay un frío que penetra tan fuerte que los mantiene unidos, el frío detiene el tiempo. Todos los días me pongo guantes de látex para tocar cuerpos


 

Aquí no hay intimidad...no se siente la piel con las yemas de los dedos, se siente sólo el látex sobre un cuerpo muerto

 

Poco a poco aprendí a hablar con muertos. Dicen que en espacios donde hubo dolor aparecen demonios, que los espíritus vuelven a donde sufrieron, que la sangre llama a más muerte; pero estoy segura de que aquí estoy sola. Les cuento cuentos, tomo sus manos intentando compartir un poco de calor con ellos, un poco de vida, pero ninguno de ellos vuelve.


Una tarde llegó el cuerpo de un chico, tenía un golpe en la cabeza, se veía sangre seca que escurrió de ahí, sus ojos estaban cerrados pero de alguna forma sentí la tristeza en él.

Me acerqué a su cuerpo, lo abracé y le pedí permiso para besarlo. Sus labios se abrieron unos milímetros y uní mi boca a la suya. Le entregué un poco de mi vida.

Pero no despertó. Usé un bisturí filoso para abrir su frente y analizar su herida, intenté hacerlo lento, incluso omití el uso de los guantes para poder tocarlo con mi piel.

 

Pero él sigue dormido

 

El tiempo afuera de la Morgue sigue, afuera los cuerpos vivientes respiran y se oxidan hasta volverse polvo, pero aquí el frío nos mantiene suspendidos. Aquí no pasan los días, su cuerpo sigue frío al lado del mío.

Poco a poco siento como su muerte me está consumiendo, mi cuerpo se está llenando de muerte, de vacío. La Morgue cada vez es más silenciosa; no viene ningún fantasma a visitarnos. Cada aliento que sale de mi cuerpo se lleva un poco de calor y me acerca más a la muerte, en momentos juro que él se ha levantado de la cama metálica donde está acostado, pero cuando giro a verlo sigue en la misma posición, sin respirar, sólo dejando que la sangre de su cuerpo se congele. ¿Cuánto tiempo puede durar un humano encerrado en un congelador como este antes de que su cuerpo se paralice? Ya lo dije, aquí no existe el tiempo, aquí sólo existe el ahora y el silencio. Nos quedamos detenidos en un segundo donde creí poder revivirlo pero fue él quien me llevó a una lenta y oscura muerte. Nuestros cuerpos recostados uno al lado del otro, pensarán que fuimos amantes, pero la autopsia dirá que fui yo quien murió más tarde, quien dio su último aliento intentando revivir al chico a su lado.

¿A dónde iremos cuando hayamos muerto los dos? ¿A dónde se van los cuerpos muertos cuando termina de coagularse la sangre y el rigor desaparece de sus articulaciones? Es un viaje que emprenderemos juntos, tomados de la mano y con los ojos tranquilamente cerrados.

 

El primer cuerpo fue desechado ahí tras haber sido asesinado, el segundo, hasta donde tenemos entendido ahora, sigue respirando aunque ella se niega a hacerlo, sólo esperamos cuidadosamente que tome la decisión de unirse al mundo de los vivos antes de que nuestra oscuridad termine de consumirla.


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