Tierra
Isabel había despertado de nuevo bajo su cama. No entendía cómo pasaba esto pero algunas noches caminaba dormida y se escondía en lugares que nunca hubiera imaginado, algunas veces en la cocina, otras en el clóset, pero últimamente había despertado debajo de su cama.
Había investigado en un libro sobre el significado de los sueños y había llegado a la conclusión de que soñaba que la perseguían, al sentirse acechada no encontraba más opción que esconderse bajo la cama.
Ese era el cuento que ella se contaba y la forma en que se tranquilizaba al despertar y verse ahí; pero en el fondo sabía que era otro motivo. Las noches pasaban e Isabel continuaba amaneciendo abajo de la cama, algunas noches despertaba desnuda y corría asustada a vestirse, otras con una almohada sobre su cara, y algunas más, las que más la preocupaba, amanecía con una tela dentro de la boca.
No reconocía la tela, pero siempre era similar, parecía un pergamino viejo con algo escrito pero las letras estaban borrosas. Isabel, desesperada, había decidido ya tomar medidas extremas: llamó a su familia y les pidió que la amarraran a la cama y que bajo ninguna circunstancia la dejaran salir de ahí. -Pero, yo puedo quedarme esta noche a cuidarte- dijo su madre preocupada
-Bajo NINGUNA circunstancia me desamarren, yo puedo hacer esto sola. La familia obedeció e Isabel pasó la noche sola en su habitación. Desde afuera escuchaban sus gritos desesperados, se escuchaba cómo la madera se rasguñaba y se escuchaban golpes, pero tenían la instrucción de no entrar. A la mañana siguiente entró la familia completa a buscarla pero la cama estaba vacía y las cuerdas estaban rotas. Buscaron por todos lados, debajo de la cama, en el clóset, pero no estaba, parecía como si Isabel hubiera desaparecido, sin embargo, al mover la cama encontraron golpes en el suelo, todos se imaginaron que la chica se había caído de la cama y así había logrado huir al fin. Salieron de ahí en su búsqueda.
Nadie volvió a saber de Isabel hasta unos años después cuando la misma familia decidió desalojar la casa, al levantar los muebles y la duela del suelo, encontraron a la chica enterrada bajo en suelo con un pedazo de pergamino dentro de su boca y el cuerpo lleno de tierra.
Isabel habita ahora la Morgue. Nos ha pedido que su cama tenga tierra y pétalos de rosas ya que nunca tuvo un entierro propio, algunas noches, si te levantas en la madrugada, la puedes encontrar vagando por los pasillos o inclusive puedes amanecer con ella debajo de tu cama también.
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